Análisis musical: Algunas herramientas iniciales


¿Estás interesado en entender la música que escuchas o tal vez las piezas que tocas? ¿Estás interesado en aprender nuevas habilidades de composición? ¿Eres un amante de la teoría de la música que quiere descubrir cómo funciona todo lo que cuentan los libros de teoría? Entonces, el análisis musical puede ayudarte...La pregunta que todos mis alumnos siempre me hacen es:


  ¿Cuál es la  forma correcta de comenzar un análisis?

Bueno, no solo hay una forma de enfrentarse un análisis musical, pero en mi experiencia hay una que podría ayudarte a comenzar, organizar y no olvidar las cosas importantes con las que tienes que contar. Pero, en primer lugar, déjame decirte algunos conceptos básicos realmente útiles para preparar tu análisis:

Elije una pieza que te guste, una sobre la que quieras saber más. Si es tu primer análisis musical, te sugiero que no elijas una obra difícil o larga, y si eres instrumentista, tal vez sea mejor elegir una obra escrita para el instrumento que tocas.

Una vez que sepas qué pieza quieres analizar, busca una buena edición en la que todas las cosas aparezcan con claridad, sin posibles dudas y, si es posible, con los números de compás escritos. Ten en cuenta que vas a usar los números de compás como referencia, si en la pieza no aparecen, tendrás que contar y anotarlos tú mismo antes de comenzar, tal vez sea suficiente solo anotar cada 5 o 10 compases. También puedes buscar algunas buenas grabaciones de la pieza.

No menos importante es preparar tus utensilios de escritura: un buen lápiz, unos pocos lápices de colores, una regla pequeña y, quizás lo más importante, una goma de borrar realmente buena (no te puede hacer una idea de cuántas veces tendrás que borrar tus propias notas en un análisis, casi tanto como en un ejercicio de armonía)

Ahora ya estás listo para comenzar el análisis, pero, ¿qué crees que es lo primero en lo que debes centrarte? ¿La armonía, La melodía…? ¿Tal vez la forma?
En mi opinión, creo que es mejor comenzar con las cosas más fáciles, el tipo de cosas que puedes apreciar a primera vista, cosas como el título, indicaciones de expresión y tempo, la armadura, el compás... Quizás esto puede parecer muy obvio y por eso mismo, mucha gente no les presta atención, pero se puede encontrar mucha información en ellas.

El título de una pieza es importante, por supuesto es necesario para saber de qué pieza estamos tratando y también puede ser un indicativo de qué tipo es, su estilo, su carácter o la forma en que el compositor la entiende. Por ejemplo, un título de “Sonata” puede brindarnos información sobre la forma musical, el estilo (quizás clásico o romántico) y el interés por la forma de la música por parte del compositor. Además, un título puede incluir algunas pistas sobre de qué tipo de material musical está hecha la pieza, por ejemplo, si la pieza es una rapsodia es porque el compositor tal vez utiliza algunos temas melódicos populares. A veces, el título incluye detalles sobre tonalidad o el modo, por eso te recomiendo  también prestes atención a los subtítulos.

Las indicaciones de expresión y tempo son una fuente infinita de información. Hay tantas indicaciones de expresión como obras que puedes conocer. Por supuesto, hay compositores más creativos e imaginativos que otros cuando se trata de este tipo de indicación, pero todos las usan para aclarar el carácter general de una pieza o de una parte de ella: Cantabile, dolce, expressivo, furioso, doloroso, maestoso... Tal vez uno de los compositores que lo utilizó de manera más creativa fue Erik Satie (1866-1925), en sus obras puedes encontrar indicaciones muy personales, como por ejemplo, “Seco” que irónicamente se refiere a una forma no expresiva de interpretar. Generalmente, las indicaciones de tempo no solo proporcionan información sobre el tempo, algunas de ellas también se refieren a una expresión como Allegro o Andante.

La armadura no solo es importante para saber en qué tecla está escrita la pieza, sino que también ofrece una información valiosa sobre el sistema musical en el que se basa la pieza y, por lo tanto, sobre el estilo. Si no hay una firma clave, es de sentido común pensar que es porque la pieza está en Do mayor o Menor pero ten cuidado, también podría ser porque es una pieza fuera del sistema tonal, tal vez modal, polimodal, pollonal , dodecafónico ... Además, puede encontrar firmas de teclas complejas compuestas por planos y objetos filosos al mismo tiempo. El problema es que la información sobre la firma clave es útil pero no definitiva, a veces las piezas con una firma de clave definitiva no son necesariamente tonales, mucha música modal y contemporánea esconden su sistema de composición y usan la firma clave para continuar con la forma tradicional o por otra razón diferente, por ejemplo para ayudar a los instrumentistas o cantantes.

El compás quizás sea el elemento débil de la lista, pero puede ser útil para reafirmar parte de la información que ya tenemos. Si notamos que el compás está cambiando, podemos estar seguros de que no va a ser un trabajo de época barroco o clásico, y lo más obvio es pensar en ello, quizás sea una obra contemporánea o una canción popular.

Con toda esta información puede comenzar un análisis profundo con la ventaja de saber qué va a enfrentar. Y, créanme, este es el secreto para hacer un análisis bueno y útil.

Para seguir descubriendo más sobre cómo analizar música, qué tipo de información puede brindarnos los diferentes elementos en una pieza, cómo usar el análisis para mejorar las habilidades de interpretación de tu instrumento... y muchas más cosas, mantente al tanto de mis próximos mensajes y suscríbete a mi blog.